Yo sí que NO lo he probado: Chilly higiene íntima

Os cuento cómo ha surgido este post para que veáis que la cosa tiene miga.

Viendo el último capítulo de El Príncipe,  serie de Telecinco a la que he estado enganchada de principio a fin, justo cuando estaba más interesante ponen un anuncio hecho por los propios actores de la serie anunciando Chilly gel íntimo, para nuestras necesidades más íntimas y para sentirnos mejor… 🙂 Nosotras las mujeres es lo que necesitamos.

La verdad es que la actriz vende el producto super bien pero me surgieron varias dudas al respecto que hasta el día siguiente no fui ni capaz de digerir.

Primero, lo que tengo claro es que el público objetivo de la serie es femenino… luego está claro que se ha demostrado que nos venden mucho más los actores/actrices de la serie que una anuncio convencional y luego… pues como que me parece ridículo un anuncio de un producto así en una serie. Algo que es tan íntimo, según nos quieren hacer creer en el anuncio, no se debería publicitar así como así haciéndolo totalmente banal… o es que realmente estas cosas no deberían ser tan íntimas y todo el mundo debería reconocer que necesita refrescarse «el tema» de vez en cuando…..

Estoy segura de que,  si en vez de una actriz de la serie,  me hubiera intentado vender el Chilly cualquier actor de los buenorros que salen…. me hubiera hasta planteado la posibilidad de gustarle aunque sea en mis remotos sueños… y eso, queridas amigas, es mucho Chilly;)

Luego claro, con la coña en mi Facebook personal tras poner esta reflexión y que todas mis amigas me dijesen que esperaban un post.. (ojo, que creo que ningún hombre lo pidió) me decidí a hacerlo.

Es curioso porque nunca en la vida me había planteado el uso de un producto similiar, será quizás que no lo he necesitado…..

Y de repente me veo queriendo comprarlo a toda cosa, no sé si porque me lo han anunciado en mi serie favorita o porque he prometido el post de marras.

No sé ni siquiera si lo necesito, si lo voy a usar, si me va a hacer bien o si el dinero que gaste lo daré por bien invertido.

Me obsesiono, le cuento a todo el mundo que lo voy a comprar… incluso oso a preguntar a alguna amiga si lo ha usado y, por supuesto, nadie sabe lo que es ni lo ha comprado en la vida. Me cuestiono si es real eso de que nadie lo usa, pero en el super lo he visto y será porque lo compran, y si realmente la marca sobrevive será porque vende… con lo cual alguien lo tiene que usar.

Me meto en internet en páginas de opinión tipo Ciao, pero nadie da su opinión sobre el milagroso Chilly y eso me entristece…. me entristece porque yo me quiero sentir tan dichosa como las actrices de la serie al usarlo y eso que ni me han dejado claro para qué lo usan: para la intimidad, dicen….

Entonces, entro en el super y a punto de cogerlo veo que cuesta 4 Eurazos, cuando la marca blanca cuesta 1… e, insisto, es que no sé ni para qué lo quiero¡¡¡¡

Total, que me cabreo y salgo del super sin comprar ni lo que tengo en la lista de la compra. Salgo cabreada conmigo misma… ¡mucho!

Y me diréis,…. ¿pero esta pesada va a hablar ya del Chilly este? Pues NO, me niego, me pongo en huelga.

Este post lo dedico a todas esas cosas que me he comprado sin saber si las necesitaba de verdad, a las que he comprado creyendo que necesitaba y que realmente no lo hacía, a las que he comprado al leer un post y me han creado una necesidad que no tenía.

Lo siento, el día que necesite un Chilly o similar…. mi cuerpo lo sabrá.

Y esto lo he descubierto con 36 años: tengo que dejar de comprar cosas por impulso. Compramos cosas que no necesitamos y nos olvidamos pronto de ellas. Yo soy una de esas, y eso lo tengo que cambiar.

Os pongo un enlace de Chilly, que es una pena que os quedéis con las ganas de saber lo que es 🙂